La neología contrarreloj: Internet. El propósito de esta comunicación es hacer una reflexión sobre los retos a que se está enfrentando la neología terminológica en la realidad actual, para lo cual vamos a abordar diversos aspectos que influyen en la creación neológica en el ámbito de Internet. Los términos referidos a Internet nacen y se difunden a una velocidad y con una amplitud tal que constituye una verdadera carrera contrarreloj en las distintas lenguas. Efectivamente, la formación de nuevos términos está sometida a un ritmo trepidante, paralelo al avance e innovación tecnológica en el sector de la informática y, en general, de las telecomunicaciones. Si bien este aspecto es común al progreso científico y técnico y por lo tanto característico de la neología terminológica, la especificidad del área tratada confiere a la neología que le es propia unas particularidades que cabe tener en cuenta. En primer lugar, el canal por el que se dan a conocer los términos de Internet, la misma red, no sólo supone una rápida difusión de la terminología -la información en Internet es de acceso (casi) inmediato-, sino también un alcance muy vasto -llega a cualquier parte del mundo-. Es más, desde cualquier lugar los términos son recopilados, comentados y ponderados. De ahí, por ejemplo, los apartados que encontramos en muchos Webs en que se difunden glosarios de términos sobre Internet o en que se exponen propuestas denominativas que los usuarios pueden incluso votar. Esto nos lleva a una cuestión fundamental: la terminología de Internet traspasa los límites del área de especialidad (a la que se circunscribe por definición el léxico científico y técnico) e irrumpe en la lengua de uso general, siendo utilizada tanto por los usuarios heterogéneos de la red (de cualquier o ninguna especialidad) como por las personas que leen la prensa o que están atentas a los medios de comunicación. ¿Qué tipo de terminología se está creando? ¿Qué sistemas de creación léxica predominan? Un único denominador común existe para todas las lenguas: los términos se generan en inglés y penetran como préstamos en aquellas. ¿Cómo responden las lenguas receptoras? ¿Cómo tratan la terminología de Internet? ¿Son términos todos los que lo parecen, responden a necesidades reales de denominación, o abundan las creaciones léxicas sensacionalistas y efímeras?